Cometería ‘de nuevo’ sus 77 asesinatos, porque fueron promovidos por ‘el bien’
Anders Behring Breivik ha vuelto a repetir el saludo «militar templario» (como él lo denomina) al inicio del segundo día de su juicio por el asesinato de 77 personas en Noruega el pasado 22 de julio.
Una jornada más, al ser liberado de sus esposas, el asesino de Oslo ha extendido el brazo con el puño cerrado, a imagen de un saludo ultraderechista, pero que en su manifiesto asegura que representa «la fuerza, el honor y el desafío a los tiranos marxistas de Europa».
Breivik ha realizado su declaración, en la que ha dejado claro que no es un enfermo mental y que se enorgullece de sus actos. Y ha sentenciado:«Hice el ataque más espectacular en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».
Es más, ha incidido en que «lo haría de nuevo, porque fueron actos motivados por el bien y no por el mal», así como que los adolescentes que mató en la isla de Utoya no eran «niños inocentes, sino activistas políticos que promovían el multiculturalismo». Y fue más allá, al comparales incluso con las Juventudes Hitlerianas: «Las AUF [siglas de las Juventudes Laboristas] se parecen mucho a las Juventudes Hitlerianas. [El campamento de Utoya] era un campo de adoctrinamiento para activistas políticos, donde se forman los comunistas más extremistas de Noruega».
Ayer, Breivik aceptó ser el autor de los hechos, aunque no reconoció su culpabilidad, ya que considera que actuó «en defensa propia» contra el «multiculturalismo» y el «marxismo cultural» que representa el Partido Laborista, en el poder, y que según él es cómplice de la ola islamista que amenaza Noruega.
De hecho, el fundamentalista cristiano ha declarado hoy que a los noruegos y europeos les debería «sorprender por qué un acto así no ha ocurrido antes». Y ha concluido que la posibilidad de ser condenado a la cárcel de por vida «o morir como un mártir es el mayor honor que se puede experimentar«.
Polémica judicial
En esta nueva jornada del proceso, se tuvo que hacer al inicio un receso de media hora para estudiar si uno de los jueces era hábil tras conocerse que pidió la pena de muerte para el ultraderechista.
El portal de internet Vepsen, que investiga temas relacionados con el racismo y la ultraderecha, informó de que uno de los tres jueces no letrados que componían el tribunal había publicado el día después de los atentados un artículo en la web del diario ‘VG’ en el que decía que la pena capital era «lo único justo» en este caso.
La juez principal, Wenche Elizabeth Arntzen, informó en la apertura de la sesión de que el juez lego Thomas Indrebø había confesado ser el autor del comentario.
Arntzen decidió suspender la vista media hora para estudiar el caso, después de que la Fiscalía, la defensa y los abogados de los agraviados por los atentados pidieron que se inhabilitase a Indrebø. Finalmente, la magistrada decidió sustituirlo por uno de los dos jueces legos suplentes.
Conclusión final
La cuestión central del juicio será determinar si Breivik es o no un enfermo mental y si, por tanto, debe ser considerado penalmente responsable y condenado a pena de cárcel o, en caso contrario, ser enviado a un centro psiquiátrico, según establecen las leyes noruegas.