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La Policía mexicana busca a un séptimo implicado en la violación de españolas en Acapulco

In Política, Crisis, Ciudadanía, Críticas, Comentarios on 14 febrero, 2013 at 13:34

Los seis detenidos han confesado su participación en los hechos y se les decomisaron algunos de los objetos robados

 

En busca y captura un séptimo implicado en la violación de españolas en Acapulco

 

El procurador (fiscal) general de la República mexicana, Jesús Murillo Karam, anunció ayer que «faltaría por detener solo a uno de los identificados» en la violación de las turistas españolas en AcapulcoSeis detenidos han confesado su participación en los hechos y se les decomisaron algunos de los objetos robados.

«Después de una investigación seria, con una estrategia que se estableció y que tiene características distintas, tenemos seis detenidos confesos con el relato pleno de lo que sucedió», señaló Murillo Karam. El séptimo implicado, también identificado, estaría en busca y captura por la Policía mexicana.

El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo que «actuamos con eficiencia y eficacia para borrar este amargo episodio en la historia turística del Estado».

En conferencia de prensa, en la que estuvieron acompañados también por el alcalde de la ciudad, Luis Walton, funcionarios de la Procuraduría estatal añadieron que «hay pruebas periciales que demuestran la culpabilidad de los detenidos. Su participación está plenamente acreditada».

Murillo Karam indicó que no se descarta que estos detenidos estén relacionados con otros crímenes, aunque matizó que será la investigación correspondiente la que tendrá que determinar este extremo.

Los agresores de las seis españolas, siete compatriotas varones y una mujer mexicana son: José Antonio Castañeda, de 30 años, Abraham Rodríguez, de 27 años; Omar González y Jorge Antonio Elio Carmona, ambos de 20 años; Miguel Ángel Torres, de 19 años y Reynaldo Sandoval, de 16 años. Los seis detenidos son originarios de distintas localidades de Guerrero.

Un grupo de hombres encapuchados y fuertemente armados irrumpieron el pasado día 4 en los bungalós donde se alojaba un grupo de 14 turistas españoles en Acapulco. Los encapuchados amordazaron con los cables de los teléfonos móviles y con las cintas de los bañadores a los siete varones y violaron a las españolas. Las víctimas denunciaron los hechos ante la Agencia de la Fiscalía General para Delitos Sexuales.

 

Relato de una noche de horror de trece turistas españoles en Acapulco

In Política, Crisis, Ciudadanía, Críticas, Comentarios on 10 febrero, 2013 at 13:38

Seis días después del brutal asalto la Policía mexicana investiga una pista fiable y ayer detuvo a seis sospechosos

 

Relato de una noche de horror de trece turistas españoles en Acapulco

 

Puente de la Constitución en México. Un grupo de amigos (seis españolas, una mexicana y siete españoles) decide alquilar una villa a las afueras de Acapulco, Casa Banbaje, que han encontrado en internet. Uno de los muchos bungalós que salpican la costa, al pie de una playa con el sugerente nombre de Encantada y a espaldas de la laguna de Tres Palos. Junto al entorno paradisíaco la casa ofrece privacidad, piscina, solarium, jardín, porche… Considerado el precio medio de alquiler en la zona, la estancia de fin de semana costaría alrededor de 28.000 pesos, unos razonables 1.635 euros a dividir entre catorce personas.

El chalecito de dos plantas con techos de palma, entre el aeropuerto y el poblado de Barra Vieja, queda a un costado de la carretera. Un camino de tierra que conduce al mar separa la sólida construcción color teja de unas cabañas, «Bambuddha», donde se ofrecen cursos de yoga. Los turistas saludan a la propietaria del hotel y no pierden más tiempo que para disfrutar del descanso entre el inclemente sol y las bravías aguas del Pacífico.

Armados y encapuchados

Sábado y domingo habrían transcurrido entre baños y risas. Pero a eso de la una de la madrugada del lunes se desata el terror. Un grupo de hombres armados y encapuchados salta la cerca que rodea la vivienda y se introduce en el interior. Se desconoce su número exacto, pues los asaltantes se distribuyeron en distintas habitaciones mientras van separando a los hombres de las mujeres. Las autoridades detuvieron anoche a seis sospechosos.

Mientras los amenazan con armas cortas, los criminales atan a los muchachos con cables eléctricos y los amordazan con los elásticos de los bañadores de sus amigas. Los despojan de sus teléfonos móviles, ordenadores, carteras, cámaras fotográficas, tarjetas de crédito, alguna prenda de vestir y todo el dinero. Después, en una alevosa orgía de maldad que se prolonga durante más de dos horas, se turnan para vigilarlos al tiempo que violan a las chicas. Sólo se salva la esposa mexicana de uno de los varones, por ser de dicha nacionalidad.

Amparados por la soledad y el silencio de la noche (quizá ladraba un perro a lo lejos), los delincuentes aún tienen tiempo para beber mezcal hasta que, bien pasadas las 3 de la madrugada, abandonan la casa no sin antes amenazar a sus víctimas para que no presenten denuncia. Hasta tres horas más tarde, ya con el clarear del alba, los jóvenes no consiguen sacudirse el miedo que los atenaza y pasan a pedir auxilio al «Bambuddha». Será la dueña del establecimiento quien alerte.

Tras recibir asistencia consular -durante todo el lunes estuvieron acompañadas por la secretaria del cónsul honorario en Acapulco, pues Pedro Haces regresaba ese día de España- y presentar lacorrespondiente denuncia, las mujeres, acompañadas por funcionarios de Turismo, prestan declaración ante la Agencia del Ministerio Público para la Atención de Delitos Sexuales. Esa misma noche partirán en dos camionetas de regreso a la Ciudad de México, con la esperanza de que los 380 kilómetros de distancia contribuyan, con el tiempo, a que se desvanezca la pesadilla.

Poca información

Poco ha trascendido sobre la identidad de los trece españoles ante la reserva mantenida por las autoridades locales y el cuerpo diplomático. Se sabe que ninguno ha cumplido aún los 40 ni cumplirá ya los 25. Que muchos de ellos residen y trabajan en el Distrito Federal. Que proceden de lugares tan dispares como Salamanca o La Coruña. Y que algunos amigos habían llegado desde la Península para compartir unos días de vacaciones en México.

Mientras, la noticia pesa como una losa sobre Acapulco, el que fuera en los años cincuenta balneario para las estrellas de Hollywood y que hoy, gracias al turismo local, empezaba a levantar cabeza después de que laviolencia del narcotráfico vaciara sus hoteles.

Las tres administraciones -local, estatal y federal- se han volcado en la investigación del crimen, que adjudican a la delincuencia común. El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, insistía ayer en que «se tienen pistas muy cercanas para detenerlos». Las autoridades municipales y regionales niegan que la zona oriente de Acapulco sea un foco delictivo, pero ahora se ha sabido que desde hace más de un año una banda asolaba el área y ninguna de las dependencias involucradas en el Operativo Guerrero Seguro tenía asignada su vigilancia.

Fuentes federales admiten que desde noviembre de 2011 se han registrado al menos ocho violaciones en el lugar. Sergio Sarmiento detallaba en el diario «Reforma» varios sucesos, como la irrupción de un grupo armado en una casa con 15 personas y al robo de sus pertenencias siguió la violación de las mujeres.

¿Chivos expatorios?

«En todos los casos los criminales advirtieron a las víctimas que si presentaban denuncias, habría represalias. Una de las mujeres decidió presentarla, pero en el Ministerio Público le dijeron que no había médico forense». El nuevo fiscal general de la República, Jesús Murillo, se interesó por el asunto y se capturó a algunos presuntos miembros de la banda.

«En los primeros días de noviembre nos metimos a una casa donde nos chingamos (apoderamos) unas joyas, relojes, unas cámaras, unos IPhone y otras cosas de la casa donde la banda les dio violín (violó) a una doña (señora) y a sus hijas», declaró uno de los detenidos. Tras repetirse los delitos, cabe la duda: ¿Se capturó entonces a los verdaderos responsables o se buscó, como tantas veces, a chivos expiatorios?

 

La violación de seis turistas españolas enciende las alarmas en las playas de Acapulco

In Política, Crisis, Ciudadanía, Críticas, Comentarios on 6 febrero, 2013 at 11:24

EL SUCESO MOVILIZA A RESPONSABLES POLÍTICOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

 

La violación de seis turistas españolas enciende las alarmas en las playas de Acapulco

 

Acapulco disfrutaba del primer fin de semana largo del año en México, que este martes conmemora el Día de la Constitución. Tiempo soleado, ballenas jugueteando junto a la costa y más de un 90% de ocupación hotelera hacían pensar que los turistas habían decidido darle otra oportunidad a este histórico centro turístico. Sin embargo, la violación de seis turistas españolas cuando descansaban en el interior de su bungalow ha devuelto a las portadas de los periódicos la peor cara de este municipio golpeado por la violencia. La delincuencia común se ha sumado a las organizaciones criminales del narcotráfico para hacer de Guerrero uno de los estados más violentos del país, y hacer saltar las alarmas en las playas de Acapulco.

Dada la gravedad de los hechos, tanto las autoridades mexicanas como la legación española fueron muy cuidadosas a la hora de facilitar datos sobre el asalto, las identidades de las turistas o las circunstancias en que se encontraban en el país. Hasta diez patrullas policiales se ocuparon el lunes de alejar a los curiosos de los catorce turistas, trece españoles, que fueron conducidos a la sede de la Procuraduría General de Justicia del Estado, y más tarde trasladados a la capital, bajo supervisión consular. Sin embargo, el ataque movilizó a medios de comunicación, responsables políticos y judiciales, y caló en las redes sociales hasta convertirse en el tema más comentado en Twitter.

El relato de los hechos, que trascendió a medios locales como Sur Acapulco, Novedades Acapulco o Diario 17, refleja un insólito ataque a una villa turística con el objetivo de robar y violar a las extranjeras que allí se encontraban. Cinco hombres armados (algunas versiones hablan de quince delincuentes) y con el rostro cubierto por pañuelos irrumpieron de madrugada en el bungalow donde dormían las seis españolas y una mexicana con sus parejas, todos ellos de entre 24 y 35 años de edad.

Los asaltantes ataron con cable telefónico a los hombres y violaron repetidamente a las mujeres extranjeras. El ataque duró aproximadamente dos horas. Después, huyeron con lo que pudieron robar: unos 500 euros en efectivo, tarjetas de crédito, cámaras fotográficas, dos tabletas y un reproductor mp4. Hasta poco antes de las siete de la mañana, las víctimas no pudieron desatarse y pedir ayuda.

Pese a que las autoridades, interesadas en mantener una imagen positiva de la zona turística, actuaron rápido, las detenciones practicadas en un primer momento en un taller mecánico cercano se demostraron fallidas, y por ahora no ha trascendido ni la existencia de una línea clara de investigación ni la descripción física de los sospechosos.

La villa atacada se encuentra junto a la playa, en una zona conocida como Diamante, que se encuentra apenas a 15 kilómetros del aeropuerto. Se da la circunstancia de que esta área contó durante el fin de semana con una ocupación hotelera del 96,8%, lo que supone un 55,4% más que el año pasado. De hecho, el Puerto de Acapulco registró una afluencia del 93,4%, una cifra que antes de las violaciones se interpretaba como el regreso de este punto turístico a las preferencias de los mexicanos y extranjeros.

Por ello, el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, se había apresurado a señalar que se trataba de «una clara recuperación de la confianza de nuestros visitantes por este destino de playa». Y es que el asalto a los turistas españoles no solo ha proyectado al exterior la violencia que padece la región, sino que amenaza una de las industrias más importantes del país.

Además, los hechos tienen lugar a 20 días de que comience el abierto de tenis de Acapulco, donde tiene previsto participar Rafa Nadal, y que se esperaba que fuera un espaldarazo definitivo a la ciudad. El alcalde, Luis Walton, reconoció que deben «dar seguridad, no solo a los extranjeros, sino a todos», aunque trató de restar hierro a la fase de violencia que atraviesa la zona: «Esto sucede en cualquier parte del mundo, no sólo en Acapulco o en México».

Pero lo cierto es que Guerrero es uno de los estados más pobres y azotados por la violencia de México, y que incluso ha visto nacer las llamadas ‘autodefensas’, grupos armados de campesinos que tratan de imponer su ley sobre narcos y delincuentes comunes en las zonas rurales. Estos grupos detienen y juzgan al margen de la legalidad establecida, y sus controles en carreteras y caminos ya se han saldado con un muerto por disparos.

De acuerdo con los datos gubernamentales publicados hasta mayo de 2012, durante el año pasado se produjeron más de mil homicidios dolosos en el Estado, así como entre 23 y 34 violaciones mensuales. Unas cifras que todavía están lejos del paraíso en el Pacífico que espera volver a ser Acapulco, y donde el mismísimo Carlos Slim aseguró en 2012 que está dispuesto a invertir 250 millones para reactivar la economía y el turismo.