Cuando este exmilitar y músico del grupo heavy «End Apathy» entró en el templo sij de Milwaukee armado con una pistola, estaba seguro de que su acción cambiaría el mundo.
El templo Sij se encuentra en los suburbios de la ciudad de Milwaukee, donde esta comunidad basada en ver a Dios en cada uno y respetar al prójimo acude a rezar cada día. El pasado sábado ningún miembro de aquella pequeña congregación se podía imaginar que un loco armado con una pistola 9mm y vestido al estilo militar les atacaría sin más motivo que la creencia en una supremacía blanca como salvación de la sociedad. Fueron siete los asesinados por el exsargento Wade y pudieron ser más si este extremista no hubiese sido abatido por un oficial de la policía.
Cuando consiguieron matar al atacante, la policía se fijo en los ostensibles tatuajes que cubrían su cuerpo, todos ellos símbolos racistas (y algún recuerdo de los atentados terroristas del 11 de septiembre) y su cabeza rapada. Su parecido con los protagonistas de American History X era más que razonable. «El significado de esos tatuajes está siendo investigado. Son piezas de un posible puzzle para conocer cuál fue su motivación para perpetrar semejante acto horroroso», señaló el jefe de la policía de Milwaukee.
Con el paso de los días se han ido conociendo más detalles de este exmilitar y músico heavy. Se alistó en las fuerzas armadas de Estados Unidos en 1992. Allí tuvo una exitosa carrera llegando a convertirse ensargento especialista en la reparación de misiles Hawk. En 1994 fue destinado a la Unidad de Operaciones Psicológicas en Fort Bliss, Texas. Por última vez fue destinado a Fort Bragg, Carolina del Norte, antes de ser licenciado con normalidad en octubre de 1998.
Tras su paso por la milicia, descubrió la música heavy, un mundo donde alimentó su extremismo en los festivales racistas del medio oeste estadounidense. El éxito como guitarrista le llevo a dar incluso entrevistas a paginas web dedicándose a hablar de todo menos música, dotando de un ‘sentido profundo’ a todo lo que con sus grupos producía: «Los temas varían de cuestiones sociológicas, la religión, y cómo el valor de la vida humana ha sido degradado por ser sumiso a la tiranía y la hipocresía a la que estamos subyugados». Después de pasar por varios grupos formó la banda de heavy «End Apathy», un grupo a su imagen y semejanza.
«En 2005, en el momento en el que nació End Apathy me dí cuenta de que si podíamos encontrar la manera de acabar con los pueblos apáticos sería el inicio del progreso. Por supuesto, se requiere disciplina, una disciplina estricta para mantener el rumbo en nuestra sociedad enferma» Así explicaba a la página web Label 56 sus teorías de un ‘mundo mejor’ en el que él creía y por el que lo daba todo en el escenario. En aquel momento nadie podía pensar que aquel guitarrista, exmilitar y amante de los tatuajes se refería con «gente apática» a un grupo de indefensos sij y que usaría sus conocimientos militares y su pistola 9mm comprada de forma legal para acabar con ellos.